Por: Fernando Hamdan. Preso político 300 - 19/04/2025
Columnista invitado.La persecución judicial por razones políticas en Bolivia no tiene límite. Los instrumentos del poder y la instrumentalización de la justicia como arma para perseguir, enjuiciar y encarcelar a opositores está confirmada con más de 300 presos políticos.
Hace casi ya 10 meses fui detenido en horas de la madrugada llegando a mi domicilio, encapuchados armados me arrancaron del vehículo, colocaron una capucha en mi cabeza y me llevaron una casa de seguridad. Horas más tarde fui trasladado a la ciudad de La Paz de manera arbitraria. Estaba conmigo mi pareja que fue retenida en la fuerza especial de lucha contra el crímen en Santa Cruz por alrededor de 6 horas.
Nunca fui notificado ni citado, se procedió de manera irregular una detención ilegal según la norma boliviana y que fue validada por el juez cautelar con una sola frase "tiene usted pruebas que esos abusos se hubiesen cometido?".
Las carteras de Estado desconocieron mi calidad de defensor de derechos humanos, negando la acreditación que presentamos como CIDHPDA a la Cancillería. La propaganda en mi contra continuó.
El ministro de gobierno me expuso ante la sociedad en conferencia de prensa como un vil criminal. Estableció un relato donde potencialmente era más poderoso que el mismo comandante del ejército y que era pieza clave de la preparación de un golpe de estado, mismo que fue anulado por su "heroísmo".
Después de los 6 meses privado de libertad, el ministerio público solicitó ampliación por tres meses más, anunciando un caso complejo y actos investigativos pendientes. No se valoró mi cumplimiento de garantías para someterme al proceso y ninguna medida alterna (qué es un derecho demostrado) a la detención preventiva.
Por supuesto, mis abogados y amigos apelaron a esa determinación y, nuevamente mi derecho a la revisión de la decisión de ese juez fue sepultada por el pasar del tiempo sin que se programase nunca mi apelación hasta haber concluido ya esos tres meses.
Nuevamente vencido el plazo, el ministerio público y cinco carteras de estado solicitan se me amplíe la detención por dos meses más, arguyendo nuevamente, complejidad del caso, actos de investigación pendientes, desdoblamiento de teléfono y desprecintado de mi vehículo.
Ese mismo día, jueves 10 de Abril, el ministro de gobierno presentaba el documental del "golpe de estado fallido". Nuevamente violando mis derechos, presentando caso y anunciando mi culpabilidad junto a otros sindicados, violando nuevamente mi principio de inocencia, mellando mi dignidad y estableciendo una condena desde el gobierno para la sociedad por encima de todo procedimiento judicial.
El contenido de ese documental pretendió también ampliar la persecución a mis contactos, amigos de lucha democrática, líderes institucionales, sociales, activistas, abogados con los que defendimos a otros presos y perseguidos políticos, sólo porque tuve contacto con ellos en momentos de tremenda angustia cuando se daban los hechos del 26 de junio de 2024.
Aprovecharon mi estima y admiración por notables bolivianos para perseguirlos como el gabinete civil que se hubiese pretendido posesionar con un gobierno militar.
Estas personas INOCENTES también son consecuencia del montaje del gobierno para silenciar ideas, mentes brillantes y verdaderos defensores de la democracia.
La realidad de ser un preso o perseguido político en Bolivia es que el marco jurídico y legal pierden importancia ante el discurso y la verdad oficial de quien detenta el poder y utiliza la justicia como instrumento de coerción y sometimiento.
El pedido la oposición política boliviana.
Todos entendemos el momento crítico y la necesidad de la unidad, pero se ve mezquinamente que los esfuerzos por Bolivia están condicionados a la ambición de ser el número uno de cada uno de los contendientes. "Unidad sí, pero primero yo y después Bolivia". Ese es el mensaje hipócrita y contradictorio que sentimos los ciudadanos.
Parece que aún no se entiende que la libertad de los presos políticos y la libertad de Bolivia solo podrá darse cuando se destierre la mafia organizada castrochavista que ya pierde su fachada de democracia.
Fernando Hamdan
Preso político 300
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