Petro hoy pone presidente

Francisco Santos

Por: Francisco Santos - 03/03/2025


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Seguimos adormecidos y creo que nos vamos a merecer nuestra suerte. Hoy, repito como por tercera vez, Petro pone a su candidato en la segunda vuelta. Obviamente, después compra el triunfo definitivo con dinero público, lo que le facilita el trabajo a su ministro estrella Armando Benedetti. Colombia, entonces, quedaría ya no al borde del abismo, sino en caída libre hacia el desastre.

¿Será que alguno de los grandes empresarios que están preocupados por el futuro del país se despierta? ¿Será que los líderes políticos de partidos e incluso los que ya están en campaña van a darse cuenta de que vamos a perder las elecciones de 2026? La ingenuidad general, por ponerle un nombre, que hay frente al tema no deja de sorprenderme.

Todos los que están en la mal llamada oposición parecen creer que las elecciones de 2026 son iguales a las otras, y resulta que no. ¿La razón? Hay un presidente y un Gobierno absolutamente corruptos, que sin freno alguno y sin miramiento de ninguna naturaleza van a utilizar el presupuesto nacional para comprar millones de votos de manera legal e ilegal, el primero a través del subsidio y el segundo con la compra tradicional.

La llegada de Armando Benedetti al cargo de ministro del Interior, a pesar de sus innumerables cargos penales por corrupción y además de estar claramente identificado en el tema de violencia hacia las mujeres, tiene una razón de ser: ganar las elecciones de 2026. Petro ya está preparado para ese proceso electoral y su partido, el Pacto Histórico, obviamente, también.

¿Cómo? De varias maneras. La primera es tener candidato presidencial en octubre, seis meses antes que los otros partidos, lo que le da tiempo de visibilizarlo, primero, de comprar apoyos, segundo, con dinero y corrupción, obviamente, y, finalmente, de volverlo viable para ganar esa primera vuelta. Ya el Pacto Histórico tomó la decisión de elegir su candidato a través del proceso interno que la Registraduría aprobó para ese momento. La consulta interpartidista donde seguramente saldrán los otros dos o tres candidatos se va a dar en marzo.

¿Quién va a ser el candidato del Pacto? Petro lo ha dejado muy claro con todo lo que está haciendo al tratar de revivir el imaginario del M-19. Lo del sombrero, lo de las banderas, lo de Pizarro, lo de Bateman y su degradación al compararlo con Benedetti tienen nombre propio: María José Pizarro. La renuncia de Gustavo Bolívar y su declaración de amor hacia Petro en ese infausto consejo de ministros tienen una razón: quien decide al fin quién va a ser el candidato es el presidente. Las encuestas, que aún no sabemos qué tan serias son, han subido a Bolívar en el apoyo, aunque sus resultados en las pasadas elecciones a la alcaldía de Bogotá muestran un límite en el endoso de Petro a este personaje.

Por su parte, quienes están en la oposición siguen en el mismo cuento antipetrista, con un discurso previsible que ya no mueve a nadie y no cambia un voto. Petro tiene un 30 por ciento del voto, la mitad voto duro, y no hay ni un precandidato o aspirante o líder de oposición que inspire sentimiento alguno de ilusión o que atraiga a una parte de ese voto blando petrista. Siguen dedicados al previsible discurso contra Petro, contra la corrupción, contra Benedetti, etc. Ya nadie los está escuchando.

Imagínense a una niña bonita, Colombia, con dos pretendientes. Uno, Gustavo, le dice que lo han tratado de hacer bien, que no los han dejado trabajar, que han cometido errores, pero ya aprendieron, y que, además, si se juntan van a comer afuera todos los días, van a estar seguros y van a ser una pareja feliz. El otro, Alfonso, le dice que está jodido de plata, que solo van a comer en la casa una vez al día, que no van a poder salir por la inseguridad y que de pronto van a poder pasar unos ratos juntos. Colombia corre para donde Gustavo con los brazos abiertos. Así estamos.

El país está dividido. Un 30 por ciento con Petro, con una parte rescatable, un 30 por ciento contra Petro y un 40 por ciento sin decidirse. Petro y su candidato van por ese 40 por ciento, mientras el resto del país sigue en ese discursito contra Petro, que no sirve de nada. ¿Cómo hacerles llegar a todos ellos, incluyendo los empresarios, una pizca de sensatez? El camino electoral ya está definido, y Petro nos lleva, lejos, la delantera.

¿Les preocupa este escenario? Hay otro elemento crítico para tener en cuenta en esta ecuación: la fiscal general de la nación, Luz Adriana Camargo. Esta funcionaria, que es una petrista consumada, y no lo oculta, tiene el poder de intimidación más grande de funcionario alguno en Colombia, el de mandar encarcelar a cualquier ciudadano. ¿Se la imaginan alineada con los intereses electorales de Petro, ‘sensibilizando’ congresistas, alcaldes y gobernadores? Esto, sin embargo, es para otra columna.

Por ahora, despertemos, que como vamos, vamos mal. Muy mal. Y Petro, no les quepa la menor duda, pone presidente en 2026. ¿Eso es lo que queremos para nuestros hijos, nuestros nietos y para Colombia? Ahí les dejo esa inquietud.


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