La libertad venció al crimen en las elecciones de Ecuador, pero marca la agenda del gobierno: acabar las leyes del autoritarismo y la impunidad

Carlos Sánchez Berzaín

Por: Carlos Sánchez Berzaín - 21/04/2025


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La incuestionable victoria de Daniel Noboa en las elecciones presidenciales de Ecuador es el triunfo de la libertad sobre el crimen organizado que opera como actor político, pero es también el mandato de concluir la transición a la democracia que empezó el presidente Lenin Moreno.

Los más de diez años de Rafael Correa en el poder fueron una dictadura del socialismo del siglo XXI y Ecuador es el único país de las Américas que sale de ese oprobio, pero es urgente cesar las leyes de la dictadura y que no siga la impunidad.

Rafael Correa fue instalado y sostenido por Hugo Chávez que lideraba el populismo bolivariano fabricando y promoviendo candidatos que financiaba con el dinero de Venezuela, a los que facilitaba el escenario con operaciones de la dictadura de Cuba y el Foro de Sao Paulo, hoy denominados socialismo del siglo XXI o castrochavismo.

Cuando Correa llega a la presidencia de Ecuador, estuvo precedido el 2006 por Evo Morales en Bolivia y una semana antes por Daniel Ortega en Nicaragua. Los tres pusieron en marcha una agenda uniforme, antiimperialista, la construcción de narcoestados y la destrucción de la democracia.

Empezaron las persecuciones políticas con manipulación de fiscales y jueces, detenciones arbitrarias, confiscaciones, exilio y terrorismo de Estado, que se mantienen hasta hoy en Bolivia y Nicaragua y que cesaron en Ecuador por el giro a la democracia del presidente Moreno.

Para probar la dictadura de Correa basta recordar la prisión de Galo Lara, Carolina Llanos, la muerte del Gral. Jorge Gabela, el secuestro de Fernando Balda, los procesos contra los 10 de Luluncoto, los 259 de Saraguro, la condena de Endara por aplaudir, los 12 Estudiantes del Colegio Central Técnico, Diario el Universo, las confiscaciones de TC TV y Gamavisión, el “Mandato 13”, persecuciones contra Fernando Villavicencio, Juan Carlos Calderón, Janeth Inostroza, el caricaturista Bonil , Emilio Palacio y cientos de casos más.

La primera voz señalando a Correa como dictador fue la del ex presidente Osvaldo Hurtado en su libro “Dictaduras del siglo XXI El Caso Ecuatoriano”, enseñando que “el modelo político por el que, bajo la conducción de un caudillo civil elegido por el pueblo, las democracias se transformaban en dictaduras plebiscitarias, mediante el uso malicioso de sus instituciones, no fue un invento de Hugo Chávez, había sido concebido e instituido décadas atrás por los autócratas que gobernaron Italia y Alemania”(Mussolini y Hitler).

La dictadura de Correa hizo lo que todos los regímenes del castrochavismo hicieron, expulsó al Embajador de EEUU, expulsó a la DEA, protegió al narcotráfico y consolidó un narcoestado.

Correa agravó la situación anulando la Base de Manta un centro internacional de lucha contra el narcotráfico, protegiendo en territorio ecuatoriano a las FARC, lo que motivó el bombardeo e incursión por parte de Colombia en la zona de Angostura donde murió alias Raúl Reyes.

En 2017, a menos de dos meses de gobierno Lenin Moreno, se alejó de Correa empezando la restitución de los “elementos esenciales de la democracia”.

“La decisión de Moreno de crear una comisión anticorrupción para investigar los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht” fue un detonante “sobre todo porque un ex ejecutivo de la empresa acusó a Jorge Glas, de haber recibido 12 millones de euros en sobornos”.

Múltiples casos de corrupción de Correa y su entorno fueron denunciados por Fernando Villavicencio y uno de ellos llevó a que Rafael Correa, Jorge Glas y otros sean “declarados culpables de corrupción y condenados a 8 años de cárcel por el caso conocido como sobornos 2012-2016”.

El camino de retorno a la democracia liderado por Lenin Moreno llevó a Ecuador a las elecciones de 2021 en las que el opositor Guillermo Lasso fue electo presidente en la segunda vuelta derrotando al candidato correísta.

En mayo de 2023, acosado por el correísmo, Lasso activó la “muerte cruzada” decretó la disolución de la Asamblea Nacional y solicitó la convocatoria a elecciones que se realizaron el 20 de agosto y el 15 de octubre 2023.

En este proceso electoral fue asesinado Fernando Villavicencio, el candidato que había sido el mayor denunciante de Correa y su dictadura, cuya llegada a la presidencia era peligrosa y terminal para Correa y el socialismo del siglo XXI.

En ausencia de Villavicencio la elección se definió entre la candidata correísta Luisa González y Daniel Noboa, ganando Noboa en la segunda vuelta para completar el periodo de Lasso, lo que llevó a las elecciones 2025 que Noboa acaba de ganar a González.

El pueblo ecuatoriano ha votado por su libertad mandando a Noboa la obligación de terminar la transición a la democracia, lo que representa por lo menos:

1. Cambios legales.

2. La ejecución de las sentencias capturando a Correa y sus cómplices.

3. La identificación y proceso de los autores intelectuales del asesinato de Fernando Villavicencio.

4. La separación de la política de los operadores del crimen organizado.

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

Publicado en infobae.com lunes 21 de abril de 2025



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